Combinar la última tecnología en fregaderos de cocina, encimeras o electrodomésticos con una decoración más tradicional, no tendría por qué estar reñido. De hecho, muchos interioristas ya están llevando a cabo esta práctica que, cada vez, tiene más adeptos.
¿Y cómo se consigue?
Pues tratando de buscar el punto artesanal adecuado con, por ejemplo, el uso de bisagras vistas, tiradores uñeros, muebles inspirados en otros muebles de estilo clásico en los que almacenar la vajilla, o tonos de colores como el celadón, el blanco y un verde suave que proporcionan un ambiente más cálido, limpio, fresco y rústico al entorno.
Este look clásico puede ir acompañado de un look más romántico que nos ayude a convertir nuestro trabajo en la cocina en una tarea más cómoda. Ello se puede conseguir a través de la instalación de dos fregaderos – uno pensado para depositar los platos y que cuente con dispensador de jabón (ubicado, por ejemplo, bajo los armarios de la vajilla); y otro ubicado en una isla y con una función de lavado de alimentos.
Por otro lado, las vitrinas clásicas – de madera – para guardar la vajilla y algunos alimentos también pueden ser una solución de almacenaje que proporcione un toque retro al ambiente. Este toque también lo podemos conseguir empleando un mármol especial para la encimera, instalando un mosaico hidráulico para el suelo, unas molduras o una campana de obra.
¿Estás preparado para un resultado totalmente sorprendente?