¡Tal como suena! Una cocina con todos sus componentes (fregadero de cocina, encimera, isla, barra, electrodomésticos, muebles), pero distribuida de tal manera que el comedor deje de ser la principal estancia de la casa y el mobiliario esté también adaptado a público infantil. Es decir, una competición en toda regla entre estas dos estancias con un solo objetivo: convertir la cocina en la reina del trono casero.
Pero, ¿cómo conseguirlo?
Tenéis varias opciones a vuestro alcance siempre que el espacio y el presupuesto lo permitan:
- Comunicar las dos estancias tirando uno de los tabiques que las separan y hacer que se convierta en un muro de cristal. De este modo, se puede compartir el espacio con aquel que este al mismo tiempo en el comedor.
- Si contáis con una isla en la cocina, nada mejor que adosarle una barra, aprovechar el espacio y dejar de usar el comedor como la principal estancia para comer.
- Instalar en la cocina – si es lo bastante grande – un conjunto de mesa y sillas, y utilizarla no solo para cocinar, sino también para estudiar, conversar, etc.
- Evitar la instalación de armarios superiores o instalarlos con puertas abatibles para evitar al máximo cualquier tipo de golpe que podamos llevarnos nosotros o cualquiera de nuestros hijos mientras están en la cocina.
- Instalar un pavimento que sea resistente pero también agradable a la vista. Actualmente, el mosaico hidráulico es una opción bastante recomendable.
- Instalar encimeras de superficie higiénica con el objetivo de que no se acumulen las manchas y nuestros hijos puedan manipular cualquier alimento con total seguridad.
- Si contáis con una cocina pequeña con poco espacio, una solución es la instalación de una balda en la pared, con su correspondiente asiento, que os permita descansar o realizar otras tareas mientras estáis cocinando.
- Construir un murete bajo entre el fregadero de cocina y la parte de la mesa. De este modo conseguís una separación mínima pero eficaz, para diferenciar el entorno dentro mismo de la cocina.
¿Qué ventajas se obtienen?
No solo conseguiréis tener la cocina ordenada al 100 %, sino cocinar de una manera más eficaz y rápida, invirtiendo – siempre que se pueda – en electrodomésticos inteligentes. Además, también podéis convertir la cocina en un entorno seguro instalando alfombrillas que eviten resbalones o protectores para mandos.
De este modo, es muy probable que en poco tiempo, todos los miembros de la familia se peleen por pasar en la cocina más tiempo que nadie.