¿Alguna vez habéis vertido en el fregadero de cocina aceite doméstico? Mucha gente, ignorando cuales son las consecuencias de dicho acto, lo hacen a diario. Y lo que deben saber es que ello acarrea graves percances al agua de uso comunitario y que puede afectar a la salud en general.
El problema aún puede empeorar en hogares situados en zonas de poca pendiente. Y es que el aceite, mezclado con jabón, forma un tapón de gran dureza que puede llegar a obstruir la red de tuberías de la casa o del edificio en el cual residamos. La consecuencia es bastante costosa ya que, posteriormente, será necesario localizar donde se encuentra la obstrucción, levantar el pavimento y arreglar la tubería.
Así como se aconseja no desechar el aceite por fregaderos de cocina, la recomendación se extiende también a inodoros.
El aceite, una sustancia altamente contaminante
El poder contaminante del aceite, al igual que el del jabón, es alto y supone graves problemas ambientales ya que es una de las principales causas de la contaminación del agua en nuestro país. El aceite forma una película que no deja pasar el oxígeno y en caso que algún tipo de ave se deposite sobre ella, sus alas quedan impregnadas por este y no pueden echar a volar, algo que las conduce inevitablemente a la muerte.
Por ello se recomienda a todos los hogares que actúen exactamente igual que lo hacen los restaurantes: que acumulen los aceites en recipientes bien cerrados y los depositen, una vez estén llenos, en puntos limpios de recogida que se encuentren en su ciudad o pueblo.
No obstante, algunos municipios han encontrado pequeñas soluciones para hacer frente a este gran problema. En La Laguna (Cádiz), el aceite ya no contamina el agua ya que este se conduce hacia la depuradora y se separa directamente del agua. Una solución muy costosa que, sin embargo, no debe dejar de lado el hecho de evitar desechar el aceite doméstico por el fregadero de nuestras cocinas o los inodoros de nuestros baños.