Una cocina no tiene por qué ser complemente moderna o completamente rustica. Elementos como la iluminación, el fregadero de cocina, la encimera, los electrodomésticos o los muebles pueden combinarse de forma natural y sin desentonar en ningún momento.
Así que si planificamos correctamente todos los elementos junto al espacio que disponemos para ello, conseguiremos contar con una cocina no solo abierta, sino también muy funcional, organizada y equipada, y con una decoración con la que nos sentiremos más que cómodos.
Líneas actuales y líneas clásicas
La combinación de líneas actuales o modernas con estilos más clásicos no está para nada reñida. De este modo, podemos contar, por ejemplo, con un mobiliario de cocina más minimalista y una mesa de comedor y sillas más clásicas en madera, que aportan un punto sobrio y cálido al conjunto.
Asimismo, y para diferenciar una zona de otra, podemos contar con una isla (de estilo actual) que actúe como separación entre ambos ambientes y, a la vez, minimice el recorrido por la zona de preparación de los alimentos. De este modo, tanto el fregadero de cocina como la zona de cocción y la de almacenaje estarán mucho más cerca. Asimismo, la zona de la isla también nos servirá para no tener que sentarnos a la mesa durante la toma de desayunos rápidos.
Por otra parte, también podemos delimitar el suelo en dos zonas: la zona de trabajo puede estar formada por baldosas de tipo hidráulico, mientras que el resto puede estar cubierta por parqué de madera natural para dar una sensación más cálida.
¿Eres de estilo clásico pero también sientes atracción por las últimas tendencias? ¡Prueba a mezclar los dos estilos! ¡El resultado va a sorprenderte!