La elección del fregadero de cocina es quizás una de las decisiones más importantes que debemos tomar cuando nos planteamos un rediseño de la cocina. Y es que al ser un elemento que se encuentra constantemente a la vista de todos, deberíamos tener en cuenta su forma y diseño. El hecho de ser el espacio por donde pasan la mayoría de alimentos también es determinante en cuanto a diseño e higiene, y es por ello que es necesario valorar todos los materiales y complementos.
El material es un factor que influye en las prestaciones del fregadero y su capacidad de resistencia a golpes, rayas o retención de cal. Sintéticos, de cristal o de piedra y mármol, su elección final dependerá de la personalidad y el carácter que se quiera aportar a la cocina.
En cuanto a tamaño y forma, se puede escoger entre un fregadero más ancho o estrecho dependiendo de las medidas de la superficie de la encimera, si se encuentra junto a la pared o es parte de una isla. La forma también dependerá de los anteriores factores pudiendo escoger entre modelos cuadrados, rectangulares o circulares. Aunque, por supuesto, todo va a depender de los gustos de cada uno.
Por su parte, la elección del grifo también está directamente relacionada con la del fregadero y todo depende de si este se encaja en el fregadero o en la encimera. En grifos, como en fregaderos, hay que tener en cuenta el material (lacado, hierro, aluminio), la forma (altos, curvos, con ángulo), el mando y un diseño moderno o clásico. Eso sí, siempre vigilando que la combinación grifo-fregadero no desentone con el resto de elementos de la cocina.