Existen numerosos estudios que afirman que el hecho de utilizar el lavavajillas en vez del fregadero para lavar nuestro menaje de cocina resulta en un menor gasto. Pero puestos a analizarlo detenidamente, ¿cuáles son las principales diferencias entre una acción y otra?
Principales diferencias entre usar el lavavajillas o el fregadero
Por norma general, los lavavajillas usan agua caliente en sus programas de lavado, un hecho que, si optamos por el lavado a mano, podemos regular escogiendo la temperatura del agua deseada.
Una de las principales diferencias entre una opción y la otra es el número elevado de productos que necesita un lavavajillas para funcionar adecuadamente: detergente, sal, antical y abrillantador para obtener unos resultados de lavado óptimo. Por el contrario, para un lavado a mano solo necesitaremos un bote de detergente especial para vajillas.
Tablas de madera, ciertos cubiertos o sartenes no deberían introducirse en el lavavajillas, ya que son elementos que requieren un cuidado especial de mantenimiento. para el lavado a mano, como mucho, tan solo debemos preocuparnos de utilizar un salva uñas especial que no ralle dichos elementos. Además, algunos utensilios necesitan ser lavados de forma exhaustiva, por lo que optaremos por el lavado a mano, en vez del lavado a máquina.
En cuanto a tiempo, un programa de lavavajillas tarda mucho más que un lavado a mano y el gasto de agua, aunque nos digan lo contrario, es inmensamente menor.