Los primeros desagües para fregaderos de cocina empezaron a utilizarse durante los primeros años del siglo XX; concretamente a partir de 1902, cuando los viejos fregaderos fueron reemplazados por los de acero, granito y esmalte. Eso sí, este tipo de fregaderos debían ser instalados por profesionales ya que se conectaban directamente a la red de agua.